sábado, 13 de septiembre de 2014

Nunca mas la ví

El infortunio nos puso en contacto año y medio después del desastre.


La ví tan bonita como el día aquel de mayo cuando comencé a necesitarle y la necesité otra vez.


Platicamos de nuestras nuevas vidas sin ahondar en detalles, del infortunio que nos tenía ahí reunidos y demás cosas triviales.


El viento de Febrero mecía su cabello, vestía blusa azul, pantalon de mezclilla y los tenis morados. Pasamos esa tarde juntos y como en nuestros mejores tiempos, recorrimos el supermercado de la mano, bromeamos y reímos un poco, al final de la tarde nos abrazamos y nos dijimos lo mucho que nos extrañabamos.


Nos despedimos y quedamos de marcarnos por cualquier cosa.


Cualquier cosa nunca más sucedió.

Y nunca más la ví.




No hay comentarios: